El pasado 8 de junio, en asamblea extraordinaria, las socias y socios de la ACDCómic acordamos abandonar la asociación Sectorial del Cómic. Nos sumamos a las recientes marchas de la editorial Astiberri, la CEGAL (Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros) y el Grupo de Traductores de Cómic de la Red Vértice. Esta decisión viene motivada por el desarrollo y el resultado de la reciente asamblea de la asociación Sectorial del Cómic, precedida, a su vez, de una serie de antecedentes muy graves.
En 2024 el presidente de la asociación Sectorial del Cómic, D. Alejandro V. Casasola, fue condenado por intentar copiar la marca comercial de un evento de cómic, de mala fe y de acuerdo con sus intereses particulares. Asimismo, durante ese año el actual Presidente no convocó la asamblea correspondiente al ejercicio del año 2023, contraviniendo sus propios estatutos de la asociación. En consecuencia, junto a la editorial Astiberri y la CEGAL, solicitamos por escrito y públicamente que D. Alejandro V. Casasola dimitiera y que no se presentara a la reelección. El actual presidente no nos dio respuesta o explicación alguna y convocó una asamblea, para dar continuidad a la actual junta directiva y aprobar su gestión los días 17 y 18 de mayo. La ACDCómic se personó en la asamblea, donde se volvió a pedir la renuncia de D. Alejandro V. Casasola y se confirmaron múltiples irregularidades en el funcionamiento de la asociación que preside. Durante la asamblea, D. Alejandro V. Casasola restó importancia a la condena, alegando que es un asunto meramente mercantil. Además, inicialmente se intentó aprobar el acta de la asamblea del año 2022 como si fuera la no celebrada en 2024 y se desarrolló un proceso electoral sin censos completos, con un sistema de confección de listas arbitrario y poco garantista, sin posibilidad de voto secreto y con restricciones en el uso de la palabra. Finalmente, se aprobó el informe de gestión económica, que no se puso a disposición de los socios hasta el mismo momento de la asamblea y sólo de forma verbal, negando con ello la posibilidad de un análisis de las cuentas de los últimos cuatro años. Es importante resaltar la extrema gravedad de este hecho, teniendo en cuenta que la asociación Sectorial del Cómic se ha financiado principalmente a través de subvenciones públicas concedidas durante su andadura.
No obstante, queremos agradecer el trabajo de los integrantes de la asociación Sectorial del Cómic con los que hemos trabajado en el Libro Blanco del Cómic y en los Catálogos de Derechos Internacionales, estos últimos elaborados por nuestra asociación y de los que, a día de hoy, no hemos recibido ejemplar alguno.
La ACDCómic sigue abierta a colaborar con cualquier asociación, entidad o institución del sector del cómic. Sin embargo, como pusieron de manifiesto en sendos comunicados el Colectivo de Autoras de Cómic y la SAEC (Sociedad Académica de Estudios de Cómic), apostaremos por espacios abiertos, transparentes e íntegros. Finalmente y en esa línea, hacemos un llamamiento a la Dirección General del Libro, del Cómic y de la Lectura para que potencie la actual Mesa del Cómic, un espacio de interlocución con vocación de auténtica sectorial para la historieta en España.
